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* El evento finalizó con la instalación de una segunda cruz de color rosa en las orillas del Canal de la Compañía, una de las zonas donde frecuentemente son hallados cuerpos de mujeres sin vida

Una de las participantes, Sonia Madrigal, señala que el evento finalizó con la instalación de una segunda cruz de color rosa en las orillas del Canal de la Compañía, en una de las zonas donde frecuentemente son hallados cuerpos de mujeres sin vida. Foto Judith Flores

Redacción | domingo 6 de marzo de 2016

ESTADO de MÉXICO. Al través de sus reflexiones en torno al tema del feminicidio, Sonia Madrigal, en su espacio “La muerte sale por el Oriente” -en el que predominan las fotografías que cobran vida por sí solas-, anticipa lo que hasta este día es evidente: que a siete meses de dictada la alerta de género en el Estado de México, la ausencia de justicia y la impunidad siguen presentes en la entidad.

Narra que, ante la proximidad por la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, efectuaron una manifestación de unas 250 personas que partió de Ecatepec y de Nezahualcóyotl rumbo a Chimalhuacán en donde se realizó el performance “Rostros de Fuego, del Bordo a la esperanza” y un pronunciamiento político de la sociedad civil del Estado de México ante el aumento de feminicidios y la violencia hacia las mujeres de la entidad.

Fue una acción conjunta entre la Red Denuncia Feminicidios Estado de México; Las Enredadas, Movimiento Popular Revolucionario, CECOS; Madres de Víctimas de Feminicidio en el Estado de México; Voces de Lilith, Nido de Luciérnagas, Mujeres en el Oriente, GiiA Red, Hilanderas y la población civil.

La manifestación partió de Ecatepec y de Nezahualcóyotl rumbo a Chimalhuacán en donde se realizó el performance “Rostros de Fuego, del Bordo a la esperanza”; hubo un pronunciamiento político de la sociedad civil mexiquense ante el aumento de feminicidios y la violencia hacia las mujeres de la entidad. Foto Sonia Carolina

Sonia señala que el evento finalizó con la instalación de una segunda cruz de color rosa en las orillas del Canal de la Compañía, en una de las zonas donde frecuentemente son hallados cuerpos de mujeres sin vida.

Es evidente que a siete meses de dictada la alerta de género en el Estado de México, la ausencia de justicia y la impunidad siguen presentes en la entidad.

Rememora que desde hace más de una década a lo largo de la República se han colocado cruces color rosa en memoria de las víctimas de feminicidio, y es la señora Paula Flores Bonilla quien instala la primera en recuerdo de su hija María Sagrario, de 17 años de edad, quien trabajaba en una maquiladora y fue asesinada en 1998 en Ciudad Juárez, Chihuahua.

En noviembre de 2015 -continúa Sonia Madrigal-, se llevó a cabo la colocación de tres cruces de color rosa en Chimalhuacán, Estado de México. Esta fue una iniciativa de Irinea Buendía -madre de Mariana Lima Buendía, víctima de feminicidio en 2010 en este municipio- y fue apoyada por distintas personas a través de una convocatoria lanzada vía internet.

Ecatepec, afirma, es el municipio con mayor número de habitantes del Estado de México y, aunque las autoridades locales se sigan empecinando en descalificar las cifras, también registra el mayor número de feminicidios en la entidad. Esta ha sido una de las causas por las que La Red Denuncia Feminicidios del Estado de México (RDFEM) se ha manifestado en contra de estos hechos a través del arte performativo1, empezando en la Preparatoria Oficial 128 General Francisco Villa de dicho municipio y llevando estas acciones a distintos espacios públicos; la RDFEM promueve el performance (performance) como un instrumento para empoderar a las mujeres y hacer visible el hartazgo social.

Cuando se vive en uno de los municipios con mayor desigualdad económica y social en el país, la violencia se establece como una forma de trato social y acciones como las que la RDFEM se vuelven urgentes, sostiene.

Desde hace más de 10 años a lo largo del país se han colocado cruces color rosa en memoria de las víctimas de feminicidio; la señora Paula Flores Bonilla fue quien instaló la primera en recuerdo de su hija María Sagrario, de 17 años de edad, quien trabajaba en una maquiladora y fue asesinada en 1998 en Ciudad Juárez, Chihuahua. Foto Sonia Carolina

Cruces color de rosa

Anota en su memorial que, desde hace más de una década, a lo largo del país se han colocado cruces de color rosa en memoria de las víctimas de feminicidio. Quien comienza con su colocación es la Sra. Paula Flores Bonilla, madre de María Sagrario de 17 años de edad, quien era trabajadora de una maquiladora y fue asesinada en 1998 en Cd. Juárez.

Para la señora Paula y para muchas madres de las víctimas, estas cruces simbolizan el eterno luto por sus hijas y la declaratoria de que estos casos siguen ocurriendo en total impunidad; el color rosa se encarga de señalar los territorios de la muerte que, para las autoridades, siguen siendo invisibles, escribe.

Guadalupe se lee en la parte superior de una gráfica que muestra su trabajo. “Guadalupe es maestra vidriera, heredó los conocimientos de su padre y de su abuelo, vive y trabaja en Ciudad Nezahualcóyotl. En varias ocasiones les he comentado a ella y a sus trabajadores sobre los feminicidios que han ocurrido en el país; ellos, al igual que muchos habitantes, tenían desconocimiento del tema. Es en el taller de Guadalupe donde se elaboraron las piezas principales para este proyecto”.

En noviembre de 2015 se llevó a cabo la colocación de tres cruces de color rosa en Chimalhuacán, Estado de México; esta fue una iniciativa de Irinea Buendía (en la foto), madre de Mariana Lima Buendía, víctima de feminicidio en 2010 en este municipio y fue apoyada por distintas personas a través de una convocatoria lanzada vía internet. Foto Judith Flores

Actualmente, refiere Sonia, en México se vive una de las mayores crisis en cuanto a defensa de los derechos humanos de las mujeres se refiere; el país se ha convertido en un terreno hostil para nosotras, a grado tal, que se nos ha dejado de garantizar nuestro derecho a la vida.

Lo anterior es uno de los motivos por los cuales se desarrolla esta obra fotográfica en torno al tema del feminicidio; impera y apremia la necesidad de hablar y narrar visualmente esta situación; por Haydeé, por María Concepción y por cientos de mujeres que han sido víctimas de feminicidio en el Estado de México, en el país y en el mundo.

María Concepción

María Concepción Pérez Apolonio estudiaba en la Universidad Pedagógica Nacional; tenía una hija de 8 años. En 2006 su cadáver fue localizado con golpes en el cráneo y cara, su cuerpo fue cubierto con una cobija y arrojado a la calle. Ella fue la octava víctima de feminicidio en Chimalhuacán y Nezahualcóyotl, puntualiza el texto de Sonia Madrigal.

“La noticia de María Concepción la recuerdo claramente porque su cuerpo fue hallado a unos cuantos metros de la casa de mis padres. Hoy, después de casi 10 años, es evidente que, lejos de frenar, las cifras por feminicidio se han desbordado”.

Participaron de manera conjunta la Red Denuncia Feminicidios Estado de México; Las Enredadas, Movimiento Popular Revolucionario, CECOS; Madres de Víctimas de Feminicidio en el Estado de México; Voces de Lilith, Nido de Luciérnagas, Mujeres en el Oriente, GiiA Red, Hilanderas y la población civil. Foto Sonia Carolina
¿Qué es feminicidio?

Las expresiones femicidio y feminicidio, encuentran su antecedente directo en la voz inglesa femicide, expresión desarrollada inicialmente en el área de los estudios de género y la sociología por Diana Russell y Jane Caputi a principios de la década de 1990 […]

El femicidio representa el extremo de un continuum de terror anti-femenino que incluye una amplia variedad de abusos verbales y físicos, tales como violación, tortura, esclavitud sexual (particularmente por prostitución), abuso sexual infantil incestuoso o extra-familiar, golpizas físicas y emocionales, acoso sexual (por teléfono, en las calles, en la oficina, y en el aula), mutilación genital (clitoridectomías, escisión, infibulaciones), operaciones ginecológicas innecesarias (histerectomías gratuitas), heterosexualidad forzada, esterilización forzada, maternidad forzada (por la criminalización de la contracepción y del aborto), psicocirugía, negación de comida para mujeres en algunas culturas, cirugía plástica, y otras mutilaciones en nombre del embellecimiento. Siempre que estas formas de terrorismo resultan en muerte, ellas se transforman en femicidios.2

Actualmente el Estado de México es la entidad federativa con mayor número de casos, siendo Ecatepec, Chimalhuacán y Nezahualcóyotl de los municipios donde más se concentran las cifras. Foto Sonia Carolina

Haydeé Valdés Solano

“Haydeé tenía diecinueve años. Se arreglaba muy bonito su cara; como había dos cuartitos, ella se arreglaba en el otro de donde dormíamos.
Me quitaron a mi hija el 25 de agosto de 2005, ella fue la primera que mataron una tras otra. Ese día, Haydeé abrió la puerta; yo nada más vi su figura, porque tenía el foco detrás. Se fue”.3


De Haydeé Valdés Solano describe que “salió de su casa a las 5:20 am, desapareció cuando se dirigía a su trabajo. Su cuerpo fue abandonado en una obra en construcción de la colonia Xaltipac, en Chimalhuacán; había sido violada y estrangulada. El feminicidio de Haydeé se considera como el primero en Chimalhuacán y Nezahualcóyotl”.

Actualmente el Estado de México es la entidad federativa con mayor número de casos, siendo Ecatepec, Chimalhuacán y Nezahualcóyotl de los municipios donde más se concentran las cifras.

1Arte performativo: Arte en el que el medio es el propio cuerpo del artista y la obra de arte toma la forma de acciones realizadas (performed) por el artista.
2 Toledo Vásquez Patsilí Feminicidio. ONU, 2009. http://www.equidad.scjn.gob.mx/biblioteca_virtual/doctrina/59.pdf
3 Padgett, Humberto y Loza, Eduardo. Las muertas del Estado: Feminicidios durante la administración mexiquense de Enrique Peña Nieto. Grijalbo, 2014.

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