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* Muchos católicos se quejan de que el proceso de anulación tarda años si es que se consigue y puede costar cientos o hasta miles de dólares; Francisco ha propuesto que sean gratuitos 

El Papa Francisco ha propuesto que las anulaciones de matrimonio sean gratuitas por considerar que todos los católicos tienen derecho a la justicia por parte de la Iglesia. Foto: AFP/Reforma

Redacción | lunes 7 de septiembre de 2015

Ciudad del Vaticano, Vaticano. Mañana martes el Papa Francisco presentará los motu proprio (documentos papales) “Mitis Iudex Dominus Iesus” y “Mitis et misericors Iesus” para modificar las causas de declaración de la nulidad matrimonial tanto en el código de derecho canónico como en el de los cánones de las Iglesias orientales.

Una de las principales hipótesis sobre la modificación preveía la posibilidad de eliminar el segundo grado de juicio para que fuera definitiva la sentencia, en el caso de que las partes no se opusieran.
En la actualidad, para obtener el reconocimiento de la nulidad, es necesaria de cualquier manera una doble sentencia. El anuncio de la modificación fue realizado por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

Los textos serán presentados en una conferencia de prensa en el Vaticano por eclesiásticos, según informa Vatican Insider.

Los detalles los explicarán miembros de la Comisión especial para la reforma del proceso matrimonial católico entre ellos el decano de la Rota Romana, Monseñor Pio Vito Pinto, y presidente de la Comisión; y el Cardenal Francesco Cocopalmerio, presidente del Pontificio Consejo de los Textos Legislativos.

En las últimas semanas trascendió en distintos medios de prensa italianos que Francisco pidió celeridad en los procesos de nulidad matrimonial, así como que fueran totalmente gratuitos.

Durante el Sínodo extraordinario sobre la familia, celebrado en octubre de 2014, los participantes acercaron sus propuestas sobre cómo acelerar estos procesos.

En líneas generales se llegó a una coincidencia acerca de la necesidad de que el proceso sea gratuito y más sencillo para aquellas personas que deseen realizarlo.

La Iglesia sostiene que el casamiento es para siempre y que los católicos sólo pueden volver a casarse si un tribunal eclesiástico declara inválido su matrimonio.

Una anulación es un fallo de un tribunal eclesiástico según el cual el matrimonio ha tenido algún defecto inherente desde el comienzo.

Los motivos varían, como por ejemplo que la pareja nunca se propuso que su matrimonio fuese duradero o que uno de los cónyuges no quiera tener hijos.

Muchos católicos se han quejado de que el proceso de anulación tarda años, si es que se consigue. El proceso puede costar cientos o hasta miles de dólares en gastos legales y de tribunales.

Francisco ha propuesto que las anulaciones sean gratuitas por considerar que todos los católicos tienen derecho a la justicia por parte de la Iglesia.

Además, ha señalado que la Iglesia debería tener en cuenta que la ignorancia de la fe también puede ser un motivo para declarar inválido un matrimonio.

Sin la anulación, los católicos divorciados que vuelven a casarse fuera de la Iglesia son considerados adúlteros que viven en pecado y se les prohíbe recibir la comunión.

Estos cambios se producen poco antes de que se celebre el Sínodo de la Familia previsto para el próximo mes de octubre, apunta Infovaticana.

Además, la modificación en las causas para la declaración de la nulidad matrimonial se realizará apenas una semana después de que Francisco anunciase que el próximo 8 de diciembre comenzará el Año Santo de la Misericordia, que estará acompañado por la posibilidad de conceder el perdón a aquellas mujeres que se hayan realizado un aborto y se arrepientan por ello.

Este domingo Francisco también pidió a parroquias, comunidades religiosas y monasterios de Europa que acojan a refugiados como gesto previo al Jubileo de la Misericordia y anunció que así lo van a hacer en los próximos días las dos parroquias del Vaticano.

"Que cada parroquia, cada comunidad religiosa, cada monasterio, cada santuario de Europa acoja a una familia comenzando por mi diócesis de Roma", convocó.

Fuente: Reforma

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