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* Cuentan las leyendas que hacia el año 987, gobernando el señor de Tula llamado Tecpacaltzint, le llego a este importante Toltecayotl del Chichimecayotl, un noble de nombre Papantzint quien llegó acompañado por su única hija, la princesa Xóchitl… 



 Autores:
§  María de la Asunción García Samper
§  Reynaldo Edgar Espinosa Covarrubias
§  Centro de Estudios Mesoamericanos. A. C.


Red-Accion | Ecatepec, Méx., miércoles 20 de marzo de 2019

De acuerdo a las fuentes pictográficas conocemos parte de la historia de la creación del pulque, el cual se produce a través de la explotación del maguey cimarrón el cual era conocido por los grupos Chichimecas Pames, Huastecos quienes vivían en las sierras y montes semiáridos desde Tamaulipas, Pánuco Veracruz, la Huasteca Potosina, Tamaulipeca, Hidalguense y claro gran parte de la sierra de Puebla y la región de la Cuenca de México.

Estos grupos vivían en cuevas y abrigos algunos no conocían el fuego, comían la carne producto de la caza cruda y vestían pieles. Otros que conformaban este gran grupo vivían en casas y sembraban en las laderas de la sierras utilizando un método muy importante que son el canal metepancle a lo largo de la terraza con una hilera de agaves pulqueros y revestidas sus muros aperaltados de piedras que las protegían de deslaves. Esto permitía gran humedad que con el tiempo recuperaba los suelos y la producción agrícola era intensiva como las mismas chinampas y camellones de la cuenca de México, este sistema fue utilizado en las sierras de la región de los lagos del valle de México.

Es así como en la época prehispánica la sierra de Tonatzint Tlalli Cuautlicue presento este tipo de sistemas como lo reportan los arqueólogos Sanders en sus exploraciones de estas terrazas en Santa Clara Coatitla y San Pedro Xalostoc.

Estos grupos utilizaron este agave extensivamente ya que de él sacaban de sus pencas pencas para cubrir los techos de sus viviendas o para el fuego, de él extraían el ixtle con el que fabricaban innumerables productos para el uso de ellos y para el intercambio, aprovechando también el gusano del maguey, y además del pulque sacaban un licor dulce también dulces riquísimos.[1]

Cuentan las leyendas que hacia el año 987, gobernando el señor de Tula llamado Tecpacaltzint le llego a este importante Toltecayotl del Chichimecayotl un noble de nombre Papantzint quien llegó acompañado por su única hija la princesa Xóchitl quien conocía la producción del pulque y quien llevaba esta miel del maguey y se la ofreció en una hermosa copa de barro a este Tlatoani quien acabo embriagado con toda su gente, además la belleza de esta señora lo enamoro por lo que decidió raptarla escondiéndola en la cima del cerro llamado Palpan, donde cuentan que tenía construida de piedra una cally muy hermosa allí engendraron un varón de nombre Meconetzin (hijo del Maguey). Cuando este señor fallece su hijo es nombrado señor de Tula.[2]

Mural “Mayahuel la diosa azul”

Mayahuel la diosa del pulque representación iconográfica inspirada por la cosmovisión mesoamericana como un símbolo que identifica la cultura del maguey, ha sido fuente de inspiración para los Tlacuilos y artistas de diferentes épocas, como una forma de plasmar toda una cultura alrededor del maguey;  ha sido representada desde la etapa precolombina hasta nuestros días, desde códices que narran la  convivencia con el pulque la bebida de los dioses , hasta murales en los antiguos edificios de las culturas mesoamericanas, con un motivo de reflejar la festividad  de índole ritual en las ceremonias donde el pulque es el anfitrión principal.

El pulque y su misticismo en la gran Anáhuac se ha ido representando en las diferentes etapas del desarrollo de la cultura en México, teniendo diferentes matices atreves del tiempo, también como influencia el contexto histórico de cada momento la vida rural y su contexto antropológico de las diferentes culturas donde se vive del Maguey y se consume, siendo el   parte de esta cosmovisión una bebida que era utilizada desde la etapa de la lactancia para fortalecer la nutrición del recién nacido y que lo acompañaba desde su crecimiento en su niñez hasta la madurez, siendo estos motivos para que sea expresado de diferentes formas artísticas reflejando la identidad los usos y costumbres de un pueblo que ha crecido con este agave y ha estado en su desarrollo en etapas muy tempranas de la cultura mexicana, siendo este un símbolo muy importante de identidad.[3]

Iconografía del Mural:

Como fondo de la obra se plasma un paisaje de la cuenca de México a lo lejos se alcanza a apreciar la península de Iztapalapa, que dividía el lago de Texcoco de los lagos de Xochimilco y Chalco, situando esta obra en una etapa precolombina.


Se aprecia un Tlachiquero que lleva las castañas llenas de aguamiel cargadas al lomo de un burro que las lleva al Tinacal donde las entregara y donde se dará el proceso de origen al pulque.


En esta parte se aprecia, uno de los usos que se le puede dar al maguey, de la parte de en medio cuando no se capa el maguey para su extracción del agua miel, crece el quiote, el cual se puede ocupar como un instrumento musical.


El Tlachiquero cargando el agua miel en un cuero de chivo, en el cual después de extraer con el acocote el agua miel se vacía en este depósito, para después vaciarse en la castaña.[4]


Tlachiquero extrayendo el aguamiel con el acocote, para después vaciarlo en la Castaña (barril de madera). Para después trasladarlo a los tinacales don el aguamiel será tratado para convertirlo en Pulque.

Niño tomando pulque de la Xoma, se realiza un dobles en un trozo de penca de maguey, y después se vierte un poco de pulque para después tomarlo. 


Tlachiquero tronando la piña de Maguey, para después rasparlo para que se desangre y la savia escurra al centro del maguey cuya substancia es el agua miel.


Tlachiquero raspando la penca del maguey para desfibrarla y obtener el hilo del Ixtle, con el cual se realizan varios artículos de usos cotidianos como el lazo, el zacate, ropa, calzado etcétera.


Mayahuel la Diosa Azul, en la mitología Mexica esta deidad estaba relacionada a la tierra, la fertilidad, la alimentación. Era una joven hermosa que llevaba el nombre Mayahuel; que quería decir ‘metl’ lo que rodea al maguey y ‘yahualli’ redondo en náhuatl.[5]

Ella vivía apartada en el cielo con su la abuela Tzitzímitl, uno de los demonios celestiales de la oscuridad que intentan impedir que el sol salga, quien la cuidaba celosamente prohibiéndole salir sin su permiso, a riesgo de perder la vida como castigo por desobedecerla.
Fue así que estaban los dioses del panteón mexica y tuvieron lástima por los hombres al ver que tenían comida y sustento, pero nada que les alegrara el corazón, les hiciera bailar, cantar o que les produjera placer y gozo. Así comenzaron a discutir sobre qué les podían regalar, algunos pensaron en comida dulce, otros en telas para las noches frías y coloridas para el día, sin embargo no se ponían de acuerdo. Entonces fue cuando Quetzalcóatl recordó a Mayahuel.[6]

Además de su belleza, la joven poseía una planta mágica que no solo otorgaría alegría a los hombres; también les daría techo, bebida, comida y muchos dones más. Al oír esto, los dioses encomendaron la tarea a Quetzalcóatl de traerla.

De esta manera el joven dios, convertido en ‘Ehécatl’ (viento) decidió viajar en la noche mientras todos dormían hasta el lugar lejano donde vivía encerrada Mayahuel. “Te vengo a buscar para llevarte al mundo” le dijo a la virgen al despertarla convenciéndola con sus suaves palabras de acompañarlo al mundo de los hombres para compartir su mágica planta.
Aunque el riesgo era muy alto porque no sólo enfrentaría la furia de su abuela, sino también de sus compañeras las Tzitzimime que eran poderosas y vengativas, la doncella decidió escapar con Quetzalcóatl.

Mayahuel y Quetzalcóatl

En su huida la joven pareja se enamoró sin poder evitarlo, prometiéndose amor eterno al finalizar su misión de otorgarles la planta tan especial a la humanidad.
Al llegar a la tierra los enamorados se transformaron en un árbol de dos ramas, una de ellas era ‘Quetzalhuéxotl’, que era la de Ehécatl, y la otra Xochicuáhuitl, que era la virgen. Sin embargo su abuela pronto se percató de la ausencia de Mayahuel, por lo que acompañada de las demás diosas de la oscuridad Tzitzimime descendieron a la tierra a buscar a la pareja.[7]
Fue en ese momento que las ramas se desgajaron en dos y la anciana diosa reconoció a su nieta, la cual la tomó y rompiéndola en pedazos entregó a cada una de las otras diosas un trozo para devorarlo y retirarse después.
Pero al parecer la rama de Quetzalcóatl quedó intacta, fue cuando el dios retornó a su forma de Ehécatl (viento) y reunió los huesos de su amada que enterró y de ahí salió el ‘metl’ o maguey que al raspar su tronco fluye un dulce líquido el cual al fermentarse se convierte en ‘octli’ (pulque) que despierta la alegría de los hombres.[8]


REFERENCIAS

[1] García Samper, María de la Asunción y Reynaldo Edgar Espinosa Covarrubias
a producción Pulquera en la sierra de Guadalupe Tonantzint Tlalli Cuauhtlicue. Centro de Estudios Mesoamericanos. A. C. 2019.
[2] García Samper, María de la Asunción y Reynaldo Edgar Espinosa Covarrubias
a producción Pulquera en la sierra de Guadalupe Tonantzint Tlalli Cuauhtlicue. Centro de Estudios Mesoamericanos. A. C. 2019.
[3] García Samper, María de la Asunción y Reynaldo Edgar Espinosa Covarrubias
a producción Pulquera en la sierra de Guadalupe Tonantzint Tlalli Cuauhtlicue. Centro de Estudios Mesoamericanos. A. C. 2019.
[4] García Samper, María de la Asunción y Reynaldo Edgar Espinosa Covarrubias
a producción Pulquera en la sierra de Guadalupe Tonantzint Tlalli Cuauhtlicue. Centro de Estudios Mesoamericanos. A. C. 2019.
[5] García Samper, María de la Asunción y Reynaldo Edgar Espinosa Covarrubias
a producción Pulquera en la sierra de Guadalupe Tonantzint Tlalli Cuauhtlicue. Centro de Estudios Mesoamericanos. A. C. 2019.
[6] García Samper, María de la Asunción y Reynaldo Edgar Espinosa Covarrubias
a producción Pulquera en la sierra de Guadalupe Tonantzint Tlalli Cuauhtlicue. Centro de Estudios Mesoamericanos. A. C. 2019.
[7] García Samper, María de la Asunción y Reynaldo Edgar Espinosa Covarrubias
a producción Pulquera en la sierra de Guadalupe Tonantzint Tlalli Cuauhtlicue. Centro de Estudios Mesoamericanos. A. C. 2019.
[8] García Samper, María de la Asunción y Reynaldo Edgar Espinosa Covarrubias
a producción Pulquera en la sierra de Guadalupe Tonantzint Tlalli Cuauhtlicue. Centro de Estudios Mesoamericanos. A. C. 2019.


Bibliografia.

-García Samper, María de la Asunción y Reynaldo Edgar Espinosa Covarrubias
a producción Pulquera en la sierra de Guadalupe Tonantzint Tlalli Cuauhtlicue. Centro de Estudios Mesoamericanos. A. C. 2019.
-Proyecto recuperación del agave pulquero y de la terraza con su sistema hidráulico del metepancle en la sierra de Guadalupe. Centro de Estudios Mesoamericanos. A. C.201.




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