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* Factores varios agravan abandono del campo por parte del gobierno, propician presiones sobre precios de los básicos
* Aunque persiste la intención de frenar alzas con importaciones, éstas sufren el impacto de la devaluación del peso
* La ausencia de soluciones de fondo al campo, impide que los productores mejoren su capacidad productiva


Observatorio de precios El Barzón Nacional

Redacción | domingo 17 de abril de 2016

CIUDAD de MÉXICO. La organización El Barzón Nacional en su análisis acerca del informe sobre la inflación, que en marzo registró una variación de 0.147 por ciento con respecto febrero, informa que esto dio pie para que los funcionarios de Hacienda y del Banco de México se mostraran satisfechos con respecto a las medidas que han adoptado para mantener la “estabilidad” de precios.

Como se recordará, indican, esas medidas implicaron el ajuste del gasto, que con discrecionalidad se está aplicando desde 2015, lo que ha generado desempleo y retraso el pago a proveedores y la destrucción de Pemex, porque sólo le pasan recursos para que pague a las empresas que se quieren quedar con el patrimonio nacional.

También consistió en la decisión de aumentar las tasas de interés de referencia del Banco de México, que pasaron del nivel de 3.0% que se estableció desde junio de 2014, a 3.25% en diciembre de 2015 y a 3.75% en diciembre de 2016.

Esas fueron medidas que se adoptaron para fortalecer al peso, después de la fuerte depreciación que registró en febrero de 2016, cuando llegó a alcanzar una paridad de 19 pesos por dólar.

Refieren que esas medidas, que aumentaron el “premio” a los especuladores, si permitieron fortalecer al peso que regresó a niveles que registró en enero de este año, un poco superiores a 17 pesos por dólar, en donde se ha mantenido, con algunos altibajos, en las últimas semanas.

No obstante, no se puede ignorar que, de los 13 pesos por dólar de diciembre de 2012, cuando comenzó el gobierno de Peña Nieto, a la fecha, es decir en tres años y cuatro meses, el peso mantiene un ajuste en la paridad de 34.4%, que difícilmente puede ser asimilado por quienes requieren insumos importados para producir.

Es el caso de los productores agropecuarios que, debido a la irresponsabilidad de las últimas administraciones, se ven obligados a adquirir semillas, fertilizantes y equipo importado, con un financiamiento más caro, lo que impacta en sus costos y sus condiciones de vida, advierte el área del Observatorio de precios de El Barzón nacional.


Adicionalmente, se advierte del riesgo de fuertes impactos en varias regiones del país, por los cambios climatológicos, aunque los productores se han movilizado para exigir medidas que les permitan evitar el impacto de esas medidas, el ajuste al gasto y el desinterés de los funcionarios, han impedido que obtengan respuestas a sus urgentes demandas.

Lo más grave es que, a pesar de esas medidas que afectan a los productores, persiste la incertidumbre en las condiciones de la economía. Como señalamos antes, el tipo de cambio registra momentos de volatilidad, el uso discrecional que hace Hacienda de los recursos públicos sólo beneficia a unos cuantos, oculta el tamaño del déficit y en general aumenta el pesimismo, sostienen.

Así, se observa que las medidas “estabilizadoras” impulsadas por Hacienda y el Banco de México ya no tienen el mismo impacto. Si bien es cierto que propiciaron que la inflación general pasara de una variación de 0.437% en febrero contra enero, a sólo 0.147% en marzo, eso no puede ignorar que los precios de los productos básicos reciben el impacto de la inestabilidad que persiste en la actividad productiva, por lo que los precios de alimentos básicos sufren fuertes variaciones, que sólo benefician a los intermediarios y especuladores.

Así, encontramos que sólo en marzo los precios al consumidor del pan de caja, el industrializado, reportó una variación de 0.9%, seis veces la inflación general.
El arroz creció 1.7%; el pollo entero 1.64%; el retazo de res 0.89%; el jamón y las salchichas tuvieron variaciones de 2.3% y 3.3%  sólo en marzo.

A su vez, el índice de precios de la manzana registró un alza de 1.4%; el plátano 3.3%; el limón 38.2% y el tomate verde 8.2%. Esas variaciones se compensaron con reducciones de 21% en el índice de precios de la cebolla, 7.15% en el jitomate y 1.9% en la papa. Eso sin considerar el alza estacional de los pescados y los mariscos.

Pero nada garantiza que esos precios se mantendrán, auguran.

De hecho, no se debe olvidar que en términos acumulados, mientras las devaluación de diciembre de 2012 a la fecha es de 34.4%, la inflación sólo ha aumentado 11.6%, una diferencia que quizás se haya asimilado porque las empresas tenían mucho margen de ganancia o porque ahora se utilizan insumos internos o por una mayor productividad de los trabajadores. Lo cierto es que hay poco más de 22 puntos de diferencia que muy probablemente tratarán de recuperar las empresas.

Por eso, urge que se modifique la política económica y en lugar de seguir apoyando a los grandes monopolios que además son los que envían sus utilidades a los paraísos fiscales, se debe dar mayor apoyo a las unidades de producción familiar y a los pequeños productores, así como a su vinculación con los centros urbanos, para reducir la carga de intermediarios, y de esa manera mover el mercado interno.

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