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Lunes 2 de julio de 2018

NO LES VOY A FALLAR

Es la frase que cautivo a los electores que, cansados ya de tanta simulación de la clase gobernante, decidió por mayoría sacudir a la clase política que elección tras elección utiliza las mismas frases paras asegurar que ahora si nos van a cumplir con mejores empleos, seguridad impecable, el combate a la delincuencia y que  nos llevarán a mejores estadios de desarrollo y niveles de calidad de vida envidiables, pero se refieren a sus cercanos colaboradores y corifeos que los visten ante la opinión pública, no a todos.

El hartazgo de los mexicanos se expresó en estos comicios y aún había quienes creían que en verdad los mexicanos somos tontos, niños de pechos, que no podemos tomar la rienda de nuestra sociedad para dirigirla a mejores niveles de desarrollo y que debemos conformarnos con las despensas, las tarjetas y demás dádivas para pasar seis años en ayuno permanente.

Sin duda que la guerra sucia que se vio en las redes y en todos lados para tratar de desacreditar al oponente, es algo que la clase política debe dejar en el desván de lo viejo, olvidar y pasar a la crítica con argumentos de por qué no aceptamos o queremos tal o cual política propuesta por uno u otro candidato y dejar las diatribas que han sido la característica del sistema político.

Hay que olvidarnos de la olla de los cangrejos mexicanos que dejan sin tapa porque no se salen, dice la cultura política, porque cuando alguien quiere subir, los de abajo no lo dejan salir, lo jalan para que se caiga y no sobresalga, una metáfora de la vida política del país que todos han contado a su manera y debe desaparecer.

Ni que decir de aquellos que pagan porque se les mencione en las columnas o bien para que se hable mal de otros, cuando la responsabilidad de los periodistas es informar a la sociedad a la que nos debemos con objetividad y veracidad, dar cuenta de las cosas de la vida pública tal como suceden, sin matices, ni distingos, de quiénes son en verdad la clase que nos gobierna sin esperar a cambio prebendas, premios o regalías que convierten a la profesión en un sicariato propio de grupos mafiosos.

Y el ejemplo más conocido es el de mi amigo Ricardo Alemán, un excelente periodista en su tiempo que en diversos escenarios del trabajo profesional nos encontramos y era muy respetable, hasta que cayó en manos del sistema que lo envolvió con privilegios y que aún, según leímos su última columna, no ha entendido que el #periodismosicario ya pasó de moda y debe reivindicarse ante la sociedad que es la que paga por sus servicios.

Sin duda que los tiempos del cambio llegaron a partir del primer día de la segunda mitad de este año y como lo apunté en la última columna “San Lázaro” que por 15 años escribí, debemos empezar por nosotros mismos para demostrar que somos sujetos de la historia que hacemos juntos y no simples observadores.

Muchas colegas y amigos en forma de broma criticaban que por que daba por hecho desde el inicio de este proceso electoral el triunfo de Morena, cuando la clase gobernante y la derecha decían que ellos iban a ganar, pero lo dije aquí muchas veces, el mal gobierno federal, el peor en toda la historia de México y la composición de un movimiento nacional plural e incluyente que conformó ya saben quién, demostraban ese camino.

PNR DEL SIGLO XXI

Aquí recordé que este era un movimiento nacional que emulaba los pasos dados por el Jefe Máximo cuando se vio ante la disyuntiva de conformar una organización que permitiera nuclear a los caciques regionales, líderes sociales, jefes revolucionarios, trabajadores y demás, bajo su mando y evitar asonadas que en cada región del país se presentaban a la hora de definir puestos para unos y otros, que se sentían con derechos a ello.

Pero existen opinadores públicos que afirman todavía que volvemos al pasado y se olvidan de los consejos académicos de nuestros profesores que, para definir el presente, hay que conocer el pasado, tomar lo mejor de lo que se haya hecho e innovarlo para actualizarlo a lo que la realidad demanda en este nuevo escenario.

Incluso algunos morenos se molestaron porque comparaba a su organización con el PNR y a su jefe político con el Jefe Máximo, pero en la campaña electoral, el tabasqueño me dio la razón, cuando para parar conflictos internos por las candidaturas les decía: “si quieren puestos, vayan a los mercados, ahí hay muchos”, lo importante no era lo micro sino lo macro, ganar Los Pinos para desde arriba comenzar el cambio que el país necesita para convertirse, con sus recursos naturales, en una potencia mundial.

Y cuando los radicales se ofuscaron por la presencia de un partido clerical, les dijo: “aquí cabemos todos, vengan de donde vengan, de la religión o preferencia sexual que tengan, sin discriminación alguna”, ni pasado cuestionable como sus adversarios lo señalaron para tratar de sacar raja política. El que esté libre de culpa…

Hasta el gachupín de Taibo II, a quien conocimos ofreciendo periódicos murales con información para los trabajadores, por cierto, en la cochera de una casa de la calle que lleva el nombre de mi estado, Tabasco, en la colonia Roma, ha tenido diversos deslices que “El Gato Culto” de su padre, con el que compartimos espacios en el mismo diario, se los hubiera reclamado. Sin duda, como muchos han expresado, que se dedique a escribir y no plantear sandeces que no necesariamente avala su jefe político.

DAR EL EJEMPLO

Como Calles en su momento logró meter a todos en una organización para nuclearla y asegurar la gobernabilidad del país a su modo, ya sabes quién logró aglutinar en su movimiento a todos los mexicanos ofendidos por tantos años de corrupción, impunidad, inseguridad, violencia, falta de empleos y demás, de los que la clase política, hasta ahora, utiliza como temas de conversación con el colectivo y desde décadas, ofrece terminar con ello.

Justicia social fue un lema que sirvió al partido surgido de la revolución para vender la frase entre su electorado, pero, sin hacerlo realidad en la vida de todos los mexicanos, demanda que reclama atención y cumplimiento de inmediato, sin duda.

Y ante un país sin procuración de justicia ante la falta de una Fiscalía de la Nación, esta no llegará nunca, muchos menos con unos administradores de la justicia que reparten entre su familia los puestos del Poder Judicial y su actuación es reprobable.

López Obrador anunció que estos dos meses y medio, comenzará a definir sus acciones a seguir durante su mandato y uno de ellos es sin duda al instalarse la LXIV Legislatura del Congreso de la Unión, se elijan los fiscales y magistrados de justicia que quedaron pendientes por el manejo político y poco institucional de su elección por los legisladores salientes del sistema.

También, si tendrá mayoría en ambas cámaras, reformar la ya aprobada “Ley Chayote” en el primer periodo ordinario de sesiones, para que cuando comience su administración exista una ley que garantice la Libertad de Expresión y el Derecho a la Información de todos los mexicanos, sin menoscabo del trabajo periodístico de los profesionales del ramo. Ya que un transitorio indica que entrará en vigor comenzando 2019.

Así que tendrá mi paisano mucho que hacer para cumplir con las expectativas que generó en la sociedad mexicana para que en verdad comience el cambio de gobierno en todos los sentidos y para bien de toda la sociedad, porque si no la Nación se lo demandará. No queremos tampoco periodistas sicarios del nuevo gobierno ni que los actuales sigan vigentes. Primero México.

Comentarios a uliseshj@hotmail.com
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