"El cambio de régimen con propósitos concretos para las zonas habitadas por pueblos originarios no logra todavía un cambio sustancial en las estrategias para generar oportunidades suficientes que paguen la deuda histórica de sangre indígena que..."
OPINIÓN
![]() |
Foto Vía Libre. |
v Alberto
Witvrun
Diariovialibre.com.mx, (29 julio, 2025).- La mañana del 29 de
julio de 1975 una caravana de Guardias Blancas salió de Jaltocán rumbo a
Huejutla de Reyes; días antes el Consejo Agrarista Mexicano (CAM) había convocado
a una reunión de dirigentes locales en sus oficinas, a un lado del río Chingüiñoso,
encabezada por sus dirigentes regionales Juan Herrera y Nicolás Hernández.
No lo esperaban, el grupo de hombres armados apenas llegó a
la sede del CAM disparó a mansalva sobre los indígenas cobrando 7 víctimas; la
información que se difundió fue todo producto de un pleito, lo cierto es que el
CAM dirigido nacionalmente por Humberto Serrano Pérez, tenía programada la
recuperación de tierras y los terratenientes no estaban dispuestos a
permitirlo.
Este episodio fue uno de las decenas de matanzas y
desapariciones que vivieron los indígenas huastecos que lucharon en los
setentas por recuperar sus tierras que fueron mal repartidas después de la
Revolución Mexicana, que a 50 años no debe olvidarse porque es el origen de lo
que hoy es la franja norte de Hidalgo, donde se ha superado la marginación,
pero no se logra erradicar la pobreza.
El cambio de régimen con propósitos concretos para las zonas
habitadas por pueblos originarios no logra todavía un cambio sustancial en las
estrategias para generar oportunidades suficientes que paguen la deuda
histórica de sangre indígena que corrió en la Huasteca por más de dos décadas,
de ahí la importancia de no perder la memoria histórica.
Porque los compromisos morales de los gobiernos que
enarbolan la bandera de la Cuarta Transformación, no permiten más simulaciones
porque cinco décadas después la pobreza sigue lacerando a la Huasteca y otras
regiones de Hidalgo y se tiene que hacer mucho para cambiar las condiciones con
oportunidades y generación de riqueza, porque no es suficiente la narrativa de
que es la pobreza el enemigo común. ©
ra
Publicar un comentario Blogger Facebook