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"Con esta declaración, México suma 36 bienes del Patrimonio Mundial, al incorporarse un paisaje cultural con 20 componentes, identificados junto con autoridades wixaritari -plural de wixárika- y además reconocida como un ejemplo excepcional..."


 OPINIÓN


COMENTARIO A TIEMPO

Por Teodoro Rentería Arróyave

Lunes 14 de julio de 2025

La Ruta Wixárika de México que recorre los Sitios Sagrados hasta Wirikuta, misma que abarca más de 500 kilómetros que se conoce como Sierra Huichol, desde Nayarit, Durango, Jalisco, Zacatecas, San Luis Potosí hasta llegar al desierto de Chihuahua, fue reconocida como Patrimonio Mundial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO.

Al pertenecer Wixárika a esa Lista de la organización internacional, se convierte en la primera a nivel mundial con una tradición indígena viva, tal decisión de registro fue aprobada este sábado 12 en la XLVII sesión del Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco, llevada a cabo en París, Francia.

Con esta declaración, México suma 36 bienes del Patrimonio Mundial, al incorporarse un paisaje cultural con 20 componentes, identificados junto con autoridades wixaritari -plural de wixárika- y además reconocida como un ejemplo excepcional y representativo de las rutas ceremoniales y de intercambio ancestrales, que han conectado y enriquecido culturalmente a los pueblos del continente americano durante milenios.

La comunidad wixaritari considera que la inscripción en la Lista de Patrimonio Mundial es una herramienta de sobrevivencia para su cultura, por tratarse de la máxima protección legal que se puede dar a su patrimonio en el derecho internacional, de acuerdo con lo citado por la Secretaría de Cultura de México.

“La nominación se trabajó ante los riesgos de las últimas décadas por el aumento poblacional, el crecimiento de proyectos agrícolas e industriales y las concesiones mineras, así como por la disminución del hikuri -peyote-, en San Luis Potosí”, ha dicho el representante del Consejo Regional Wixárika, Totupica Candelario Robles, desde París.

Tras la declaratoria, el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia, INAH, Diego Prieto Hernández, ha explicado que “se trata de una ruta de peregrinaje ancestral donde los wixaritari practican rituales para refrendar su relación de respeto y reciprocidad con la tierra, propiciar el bienestar del pueblo y asegurar un ciclo agrícola exitoso, para que la milpa dé frutos y el maíz siga dando vida”.

Los sitios sagrados wixaritari se encuentran en islotes, humedales, ríos, lagunas, manantiales, montañas y formaciones rocosas y han persistido frente a múltiples cambios a lo largo de la historia, incluida la depredación, siendo un testimonio íntimo de las relaciones culturales y del conocimiento tradicional ecológico, biológico y climático para la conservación de los ecosistemas.

Wirikuta, además, es un territorio megadiverso, donde se concentran la mayoría de las especies que habitan el gran desierto chihuahuense. Hay cientos de cactáceas endémicas, y una en particular que por miles de años ha sido el sacramento de los wixaritari: el peyote o hikuri -Lophophora Williamsii-, un cactus verde azul que es su vía directa de comunicación con los dioses.

La importante decisión, un reconocimiento obligado para México, es en cierta forma una comunión con mi vida de reportero, ya que he tenido la gran experiencia de transitar tramos de esa ruta, conocer a uno de los jefes yaquis de Nayarit y disfrutar la comida en una casa cueva de una familia de la etnia de los Tarahumaras en Chihuahua.   

Además, me refresca la memoria con el libro “Las enseñanzas de Don Juan” de Carlos Castaneda, que fue su tesis de maestría en antropología en la University of California Press, en la que narra sus vivencias con el brujo y nagual yaqui del estado de Sonora, México, llamado Juan Matus, entre 1960 y 1965.

El libro está dividido en dos secciones. La primera sección, es una narrativa en primera persona que documenta las interacciones iniciales de Castaneda con Don Juan usando las plantas psicotrópicas: el peyote y o toloache -Datura inoxia-, un hongo de la familia Psilocybe mexicana alcanzados mediante el consumo de dichas sustancias, experiencias nunca narradas, y en la segunda, el autor realiza un análisis estructural buscando “revelar la cohesión y contingencia interna de las enseñanzas de Don Juan”.

La veracidad de los hechos relatados, al igual que la del resto de la obra de Castaneda, ha sido fuente de polémica, considerándose un caso de engaño para algunos, mientras que para otros se trata de un libro auténtico. Cronológicamente, es el primer libro de una colección de cuatro libros, seguida sucesivamente de una segunda saga de nueve más.

De plácemes México por este 36 reconocimiento de Patrimonio Cultural, ahora indígena y en vivo, de su cultura ancestral.

Periodista y escritor; presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional, Académico de Número y Director de Comunicación de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y críticas en teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.org, y el portal: www.irradianoticias.com

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