"Dos sujetos, a la par de poderosos, señalados por el mundo, salvo sus adláteres y los líderes sumisos de los cinco continentes, de criminales de guerra, de genocidas, racistas, fascistas, y hasta nazistas, valga la incoherencia del israelita, Benjamín Netanyahu y su par..."
COMENTARIO A TIEMPO
Por Teodoro Rentería Arróyave
Miércoles 9 de julio de 2025
Dos sujetos, a la par de poderosos, señalados por el mundo,
salvo sus adláteres y los líderes sumisos de los cinco continentes, de
criminales de guerra, de genocidas, racistas, fascistas, y hasta nazistas,
valga la incoherencia del israelita, Benjamín Netanyahu y su par Donald Trump
se regalan y regodean con el Premio Nobel de la Paz, desde ahora el primero
propone al segundo para dicho reconocimiento, ya tan desprestigiado.
Recordemos, Alfred Nobel, un químico, ingeniero, inventor y
fabricante de armas sueco, conocido principalmente por inventar la dinamita,
posiblemente arrepentido de su propio ingenio, en su testamento destinó gran
parte de su fortuna para crear los premios que llevan su nombre para reconocer
los logros destacados en física, química, fisiología, medicina, literatura y
sobre todo por la paz mundial.
En nuestra entrega del pasado jueves 26 de junio de 2025,
nos adelantamos al comentar que el magnate neoyorquino Donald Trump, por medio
del engaño a través de todos los medios de comunicación en especial de las
redes sociales, logró convencer al electorado estadounidense considerado, de
acuerdo, de buena fe, el más inocente del mundo, para lograr un segundo mandato
en la Casa Blanca.
Ahora unas tras otras, todas sus políticas internas y de
política exterior, han fracasado con el deterioro de la nación que mal gobierna
ante los pueblos, es decir de cara al concierto de las naciones: Su última
grave decisión fue inmiscuir a su país en la confrontación de Israel contra el
mundo árabe, con una guerra calificada por él mismo de “Los 12 días”, nosotros
la calificaríamos como la “Guerra de las Mentiritas”, y del “fracaso”,
inclusive por la posición firme de Irán.
Empezamos con la opinión de los expertos, quienes aseguran
que el publicitado ataque cielo-tierra calificado como “Operación Martillo de
Medianoche”, una remembranza de las acciones de los aliados en la Segunda
Guerra Mundial fue simplemente mar tierra, los aviones de combate B-2 fue una
farsa publicitaria y nunca surcaron los cielos de Medio Oriente.
Un ataque efectivo o verdadero al arsenal nuclear de Irán
hubiera provocado la onda expansiva, remember, Hiroshima y Nagasaki. De ahí,
del fracaso trumpiano se produjo el muy publicitado “regaño” del Donald a
Israel e Irán, no exento de su lenguaje vernáculo, es decir, simplemente
majadero y ofensivo, porque su único interés, además de provocarnos hilaridad,
consiste en ser merecedor del Premio Nobel de las Paz. Si se lo otorgan no nos
deberá extrañar, desde hace muchos ayeres ese Premio ha entrado en el tobogán
del desprestigio.
Pues es el caso, oficial, que el primer ministro de Israel,
Benjamín Netanyahu, nominó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para
el Premio Nobel de la Paz. El anuncio lo dio a conocer durante una cena oficial
en la Casa Blanca, Netanyahu entregó personalmente a Trump una carta dirigida
al comité del Nobel, en la que respalda su candidatura.
Con toda la desvergüenza del universo, Netanyahu justificó
la nominación argumentando que Trump ha contribuido a establecer la paz en
diversas regiones. “Él está forjando la paz mientras hablamos, en un país, en
una región tras otra”, declaró el desvergonzado y subordinado mandatario
israelí.
Exacto, esta no es la primera vez que Trump es nominado al
Nobel de la Paz. En el pasado, ha recibido el respaldo de legisladores y
seguidores para obtener el reconocimiento, aunque hasta ahora no ha sido
galardonado. El propio Trump ha expresado su descontento por no haber sido
premiado.
De pena ajena, le asiste la razón al diario “La Jornada”,
cuando en su mini editorial, “La Rayuela”, me refiero a lo breve y en su
contenido que siempre es monumental, cuando afirma: “Preparémonos. Sí al
criminal de guerra Henry Kissinger le dieron el Premio Nobel de la Paz en 1973,
cualquier cosa puede suceder ahora”.
ra
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