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Jueves 22 de enero de 2015

Es tal la crisis que vivimos en México que todos, todos los sectores y actores de la sociedad afecta, de una u otra manera, porque todo se concatena, desde la falta de un Estado de derecho vigente, la impunidad e inseguridad creciente, economía en lo suelos, y credibilidad de las instituciones en las barracas, que la sociedad dice ahora que hay que comer chapulines, esos que en los mercados públicos se ofertan y que es platillo ancestral en nuestro país.

Los partidos políticos se desgarran entre si y entre ellos, marcando una profunda crisis entre la clase política nacional que debe llevarla a replantearse la necesidad de iniciar una reingeniería dentro de los institutos políticos para que en verdad sean representativos de las diversas expresiones de la sociedad y no solo un medio para utilizar a la gente para sus intereses particulares, como se refleja ahora con mayor nitidez.

Nadie se salva aunque se digan los puros y los legítimos, los que salieron de un lado para agrupar sus intereses en otro, o lo que se quedan para seguir administrando sus cacicazgos políticos. Las redes están llenas de acusaciones de unos y de otros. De izquierda, derecha o centro, o ecologistas que si cumplen o maestros turquesas, liderazgos mesiánicos, humanistas o demás.

Los actores políticos se van más a la confrontación política que al debate de las ideas, propuestas y camino para lograr un México competitivo en lo económico, con desarrollo social y político que permita avanzar a mejores estadios que en verdad, como dicen, se refleje en los bolsillos de las familias mexicanas, en la seguridad y tranquilidad de las familias.

Hasta Eduardo Cervantes Díaz Lombardo, catedrático destacado, luchador social desde la academia que conocimos en Nezahualcóyotl impulsando la Educación Popular y el compromiso con las causas de la gente, tuvo que dejar la dirigencia de Morena en el DF, al darse cuenta de que mi paisano López y Batres son los “yihadistas” de la izquierda en México, los “Osama Bin Laden” a los que hay que obedecer ciegamente en una estructura vertical de partido, que de democrática no tiene nada y si de imposición de facto, como lo denunció en su carta de renuncia.

En el PAN se impone el nieto del apóstol de la democracia en México, al grado de hacer pensar a las familias tradicionales del panismo, en la necesidad de crear otro partido de derecha, cuando muchas de estas acciones que hoy critican, las practicaban cuando tenían el control del instituto.

El talamantismo de mi otro paisano Graco, sigue su marcha en el Sol Azteca que cada día se vacía y de ello dan cuenta las encuestas de la preferencia electoral que les queda, acompañados de la ADN que el poder que siempre quiso alcanzar, ahora lo tienen, pero ante menos seguidores. Por eso vemos a su ideólogo movido en ambas cámaras del Congreso para evitar sorpresas, que ahora, hasta el partido
 de la maestra quieren aliarse.

El PRI y el Verde son quienes con mayor sutileza, o cuando menos, con menor escándalo, restañan sus heridas para llegar lo menos divididos a estos comicios donde han estado ungiendo por “unidad” a sus candidatos, aunque tras bastidores los reclamos están presentes al sentir los no nominados que tenían mejor currículo para ser los ungidos.

Solo que la sociedad reclama que los políticos que ocupan diversos cargos en el poder, brinquen como chapulines, a buscar otro, cuando no han cumplido con la sociedad su responsabilidad de gobierno actual, por lo que demandan que esto no se permita, ya que cuando comenzaban a trabajar o hacer algo de su encargo, ya se van sin rendir cuentas a la ciudadanía, pero ya quieren solicitarles que voten nuevamente por ellos.

A esto se suma, la negativa de los legisladores del gobierno y aliados, para aprobar la figura de revocación de mandato, que le permita a los ciudadanos tomar la decisión de revocarle el encargo dado en la urnas, a aquellos gobernantes que no cumplan a la sociedad o no defiendan los intereses de la Nación, en cualquiera de los tres niveles de gobierno o poderes.

Cuando el PRI era gobierno, la entonces oposición de derecha e izquierda, denunciaba, acusaba “a esos priistas que brincan de un cargo a otro, para mantenerse en el poder” era la queja mediática que hacían, pero ¿Qué podemos decir ahora de todas las corrientes políticas? ¿Ya no se quejan?

Ahora vemos que legisladores locales y federales, miembros de gabinete, alcaldes y delegados, que no han concluido su gestión por la que fueron electos o nombrados, solicitan licencia para buscar otro cargo de elección popular y sumarse a la juniorcracia, de hijos de ellos mismos, actores políticos diversos, que buscan también lo mismo y que ya vemos en las listas de todos los colores.

¿Dónde están las escuelas de cuadro de los partidos políticos para que nuevas generaciones salgan a tomar el destino de México? Los nombres y apellidos que vemos en las listas de precandidatos son los mismos, la mayoría solo opera.

Pero lo más importante es lo que usted, amigo, amiga del México Real opina.

uliseshj@outlook.com, @legislativo_tv, #legislativotv

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