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Por Teodoro Rentería Arróyave

Viernes 4 de agosto de 2023

Nos iniciamos en el periodismo muy jóvenes, finales del régimen de Adolfo Ruiz Cortines e inicio del muy recordado Adolfo López Mateos, por tanto, me tocó ser testigo de la creación de los libros de Texto Gratuitos con un secretario de Educación Pública de dimensiones intelectuales superiores, me refiero al maestro, Jaime Torres Bodet.

Además, en forma muy precisa, a la lucha que tuvo que dar el gobierno de avanzada del mexiquense contra las editoriales, la mayoría extranjeras, porque se les acabó su pingüe negocio y precisamente, como ahora, lanzaron una campaña de tipo ideológica, con los mismo sobados argumentos de que el contenido de estos eran adoctrinamiento en favor del comunismo y que era el primer paso para separar a los niños de sus padres o de sus familias.

A tal grado llegó la absurda campaña que, los autores de esta escenificaron actos grotescos que desde luego sólo tuvieron una mínima repercusión mediática, pero nada más, porque no lograron sus aviesos propósitos lucrativos, inclusive en la “docena trágica” del panismo, tuvieron que respetar ese avance de la cultura y la educación popular.

En la Revista Mexicana de Investigación Educativa -volumen 18 número 59, correspondiente al bimestre octubre-diciembre de 2013, el entonces aún estudiante de doctorado del Departamento de Investigaciones Educativas, DIE, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados, Elizer Ixba Alejos, publicó su magnífica investigación titulada “La creación del libro de texto gratuito en México (1959) y su impacto en la industria editorial de su tiempo”.

Nos vamos a remitir a algunos puntos de su trabajo, exacto en el resumen, que él mismo preparó, así lo inicia: “La investigación sobre el libro de texto gratuito (LTG) en México se ha centrado en la disputa por el control de la educación y, recientemente, en los procedimientos de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos. Escasa atención se ha dado a las repercusiones de éste en la industria editorial. En particular no se había advertido el desplazamiento de autores y sellos editoriales extranjeros.

El 12 de febrero de 1959, el presidente Adolfo López Mateos creó, por decreto, la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, CONALITEG, para encargarse de ‘fijar, con apego a la metodología y a los programas respectivos, las características de los libros de texto destinados a la educación primaria’ (Diario Oficial, 1959). Esta iniciativa tenía como fundamento el mandato constitucional de proporcionar a los mexicanos una educación obligatoria y gratuita. La gratuidad sólo sería plena cuando los alumnos de las escuelas primarias recibieran, sin costo, los libros indispensables para sus estudios y tareas.

Por primera vez en la historia de México no habría distingos entre niños de escuelas primarias públicas, rurales, urbanas y privadas; cuando menos no en el material educativo que el Estado se propuso entregar. Por el carácter gratuito, único y obligatorio del libro de texto, todos los alumnos, por grados y asignaturas, recibirían los mismos impresos. Sus profesores, además, debían utilizarlos en clases y no solicitar textos comerciales excluidos del catálogo oficial de la Secretaría de Educación Pública (SEP), so pena de incurrir en desacato.

Las reacciones no esperaron: las primeras voces se concentraron en denunciar, a través de la prensa, que prescribir el LTG como obligatorio y único era una disposición autoritaria, inconstitucional y contraria a los fines educativos y culturales del Estado mexicano y significaba, además, establecer un monopolio editorial. Estas críticas, en un ambiente anticomunista avivado por el triunfo de la Revolución Cubana, se reorientaron para denunciar que, a través del LTG, el Estado extendía considerablemente su intervención en los asuntos educativos y sociales del país.

El Archivo General de la Nación (AGN), fondo Adolfo Ruiz Cortines, resguarda documentos en los que empresarios, periodistas, estudiantes y profesores exponen al presidente de la República en turno los altos precios de libros de texto y algunos planes para abaratarlos. Van dos ejemplos: el primero acusa voracidad en los importadores de libros al afirmar que ‘la desmedida especulación de los grandes importadores de libros, cuyas ganancias fluctúan de 300 a 400 por ciento’, privaba a ‘las grandes masas de la población’ del acceso a materiales impresos.

Estamos de acuerdo, “con pretextos banales” y argumentos poco convincentes, el bloque opositor propone, ahora destruir los libros de textos gratuitos, algo que solo han impulsado aquellos que buscan impedir el avance democrático, cultural y humanístico de la sociedad.

Lo anterior, luego de que el dirigente nacional del Partido Acción Nacional, PAN, Marko Cortés, afirmó en una entrevista radiofónica que la mejor opción era destruir los libros de texto, que han sido señalados de tener múltiples errores en su contenido y estar cargados de ideología.

Esa propuesta, me recuerda las quemas de libros en la Alemania nazi, las llevadas a cabo por las dictaduras de Argentina y Chile, y no se diga de las hogueras que en diferentes tiempos consumieron ejemplares de la obra magna de la literatura en lengua castellana, “Don Quijote de la Mancha” del insigne Miguel de Cervantes Saavedra.

Agradezco a los colegas la difusión de las palabras del presidente Andrés Manuel López Obrador, mismas que aclaran todo este enredijo que ha fabricado la derecha y la ultraderecha, ambas de todos los tiempos.

En la mañanera de la víspera, dijo “van porque van”. El presidente al dar por sentado que el debate por los contenidos de los libros de texto gratuitos es una pelea perdida para los adversarios ya que su distribución y entrega en todos los planteles del país está garantizado.

“Dicen que los libros de texto traen el credo de la 4T, está muy bien, no mentir, no robar y no traicionar” -risas-... “no es cierto que traen eso. Le digo a la gente que no se preocupe, que los libros están muy bien hechos, participaron maestros, pedagogos, se darán a conocer los lineamientos, no hay nada que temer…”.

Criticó al dirigente del PAN luego de que pidiera que arranquen las hojas, “es mucho el atraso…no se habla del comunismo, son exageraciones, y hay un libro para maestros que habla de los movimientos sociales en México que antes se ocultaban y sólo es para los maestros…

Desde el inicio hablé de los contenidos de los libros, y hay 4 temas importantes: trato digno a las y los maestros, mejorar su situación salarial, porque los quisieron pisotear con la reforma educativa, una ofensa al magisterio.

Becas para estudiantes de familias pobres, hay 12 millones de estudiantes con becas, tercero, mantenimiento para las escuelas, cerca del 75 por ciento de las escuelas públicas han recibido el presupuesto para que les den mantenimiento a las instalaciones y lo operen los padres de familia y cuarto, mejorar los contenidos en los libros de texto, ponerlos en correspondencia con la nueva realidad, y nos llevó tiempo. Participaron muchos especialistas, el propósito es que haya una educación científica y al mismo tiempo humanística’.

Más claro ni el agua “purificada”. Son LOS LIBROS DE TEXTO GRATUITOS Y LA LUCHA CONTRA EL NEGOCIO Y EL OSCURANTISMO.

Periodista y escritor; presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana, Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional y Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y críticas en teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.org, y www.clubprimeraplana.org, y el portal irradia noticias.com

Ra.

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