"Si partimos de que la comunicación es el todo y el periodismo es parte de ella, porque un periodismo que no analiza no es periodismo, concluimos en lo que ha sido nuestra égida en la profesión, por no decir que nuestra doctrina..."
OPINIÓN
Por Teodoro Rentería
Arróyave
Martes 13 de mayo de 2025
Desde luego que coincidimos con el flamante Papa León XIV
cuando llama a los periodistas a “desarmar las palabras” con el compromiso
tácito de combatir el fanatismo y el odio, es decir la polarización ideológica
y nos anima a “no ceder nunca a la mediocridad”.
Luego, en su primera audiencia pública Robert Prevost
Martínez, insiste en que “Necesitamos una comunicación capaz de escuchar y
recoger las voces de los que no la tienen”.
Si partimos de que la comunicación es el todo y el
periodismo es parte de ella, porque un periodismo que no analiza no es
periodismo, concluimos en lo que ha sido nuestra égida en la profesión, por no
decir que nuestra doctrina: el periodismo es un servicio a la o las sociedades
todas, en otras palabras, en nuestro conglomerado, el que no entienda, o no
cumpla con la encomienda de que, el periodismo es un servicio a la sociedad,
nada tiene que hacer en nuestro gremio, está excluido.
Tomo de diferentes fuentes, puesto que dicha información en
pocos segundos o si se quiere en escasos minutos recorrió el mundo. Exacto en
el Día del Comunicólogo, esta primera audiencia pública de León XIV, ha sido
para los periodistas acreditados en el Vaticano, tanto a los habituales como a
los que han llegado a Roma estos días de Cónclave y de elección del nuevo
Pontífice, acto muy significativo que inició el papa Francisco.
Ya habíamos apuntado en nuestro comentario que titulamos:
“Habemus Papam”, que a Prevost lo ubicaban como moderado, aunque afirmamos que
muy cercano a su antecesor, apenas dos años antes Francisco lo elevó al
cardenalato.
El nuevo pontífice ha demostrado que su primera tarea es la
de aplacar la polarización, tanto en la Iglesia como en las sociedades y en el
mundo entero, por ello mismo, en esa misma línea se ha lanzada contra la
crispación en los medios, que a veces usan lenguajes “ideológicos o facciosos”.
“Desarmemos la comunicación de todo prejuicio,
resentimiento, fanatismo y odio, purifiquémosla de la agresividad. No
necesitamos una comunicación atronadora y muscular, sino una comunicación capaz
de escuchar, de recoger la voz de los débiles que no tienen voz. Desarmemos las
palabras y contribuiremos a desarmar la Tierra”, ha encomendado el Papa a los
mensajeros.
En forma especial León XIV se refirió a la responsabilidad
personal de cada periodista para sacar a la sociedad de la “Torre de Babel” en
la que a veces se convierte la comunicación, “debemos decir no a la guerra de
palabras e imágenes”, y tuvo un recuerdo para los reporteros encarcelados en
distintos países del mundo “por intentar decir la verdad”. “La Iglesia reconoce
en estos testigos, pienso en quienes informan sobre la guerra incluso a costa
de su vida, la valentía de quienes defienden la dignidad, la justicia y el
derecho de los pueblos a estar informados, porque solo los pueblos informados
pueden tomar decisiones libres”, afirmó.
La reflexión del Papa sobre la deontología del periodista,
nos dice La Vanguardia, tuvo frases incisivas. Partió de la necesidad de buscar
la paz desde el propio trabajo, con el “compromiso de impulsar una comunicación
diferente, que no busque el consenso a toda costa, que no se vista de palabras
agresivas, que no se adhiera al modelo de la competición”.
“Vivimos tiempos difíciles de afrontar y de relatar, que
representan un desafío para todos y del que no debemos escapar. Al contrario:
nos exigen a cada uno, en nuestros diferentes roles y servicios, no ceder nunca
a la mediocridad”. En ese sentido, recordó a los reporteros: “Las palabras que
usan y el estilo que adoptan son importantes”. “La comunicación, de hecho, no
es solo la transmisión de información, sino la creación de una cultura, de
entornos humanos”, señaló.
Va de historia reciente, Robert Prevost conoce bien el papel
de los medios: en Perú ha sido decisivo para que prosperara la investigación
del escándalo de pederastia y abusos sexuales del “Sodalicio”, grupo
ultracatólico con rasgos de secta disuelto por Francisco el pasado enero.
El futuro León XIV estaba al frente de la comisión para
víctimas de la Conferencia Episcopal Peruana, y no solo acompañó a afectados,
sino que ayudó a los periodistas que destaparon el escándalo en 2015, Paola
Ugaz y Pedro Salinas, acosados por una persecución mediática y judicial en su
país.
Les facilitó audiencias personales con Francisco para
informarle de primera mano, algo que cambió todo porque el Papa argentino tomó
las riendas del asunto. De hecho, la campaña de desprestigio contra Prevost en
los días previos al cónclave, con acusaciones de presunto encubrimiento de
denuncias de abusos, provenía del mundo mediático afín al “Sodalicio”.
Ugaz estaba en el auditorio regaló al Papa una chalina
andina, que León XIV se colocó sobre los hombros. Ha sido el primer momento de
contacto con el público en que accede a un gesto de este tipo. Es una prenda de
lana de alpaca tejida a mano por mujeres de comunidades campesinas de los
Andes, según explicó luego la reportera.
“Me dijo que esperemos pronto noticias sobre él en Perú y me
reiteró la solidaridad a los periodistas”. Su compañero Pedro Salinas no estaba
presente, precisamente, porque ha tenido que irse de Roma para asistir al
juicio donde piden sentenciarlo a 11 años y medio de cárcel por acusaciones
surgidas tras las informaciones publicadas.
Por el contrario, cuando periodistas de Estados Unidos han
preguntado al Papa si volvería pronto a su país natal, él ha respondido:
“Pronto, no”.
El acto de este lunes con la prensa ha tenido lugar en el
gran auditorio Pablo VI que está dentro de los muros del pequeño Estado, y un
grupo de periodistas, elegidos por sorteo, ha podido después saludar al Papa.
Y recuérdese, el papa León XIV, elegido el jueves, tiene un
historial de críticas a las políticas de Donald Trump y del vicepresidente JD
Vance, según publicaciones en la cuenta en X de Robert Prevost, su nombre antes
de ascender a la cabeza de la Iglesia católica. Trump y Vance apostaban por
otro purpurado estadounidense para asumir el trono de San Pedro, era Raymond
Burke, cardenal nacido en Wisconsin y fallaron.
Periodista y escritor; presidente del Colegio Nacional de Licenciados
en Periodismo, CONALIPE; secretario de Desarrollo Social de la Federación
Latinoamericana de Periodistas, FELAP; presidente fundador y vitalicio
honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX,
Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional, Académico de Número y
Director de Comunicación de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG.
Agradeceré sus comentarios y críticas en teodororenteriaa@gmail.com Nos
escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le
invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.org, y el portal: www.irradianoticias.com
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