MOISÉS SÁNCHEZ RAMÍREZ*
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| Moisés Sánchez Ramírez |
Miércoles 22 de octubre de 2014
En los últimos cinco años hemos visto en Ecatepec de Morelos, al igual que en varios municipios del Estado de México el deterioro en la vida social, la convivencia armónica y pacífica por el crecimiento sistemático de la violencia, que se manifiesta en robos, asaltos, secuestros, y lo que es más grave en desapariciones y feminicidios en contra de mujeres jóvenes de la localidad, en asesinatos extremadamente violentos perpetrados por el crimen organizado que cada día destruyen más vidas humanas que llenan de dolor a las familias y a la sociedad entera, no menos grave el narcomenudeo imperante.
Muestra de los hechos la quema de una patrulla y saqueo a comercios en Ecatepec de Morelos recientemente, brotan los signos del hartazgo generalizado, el rencor y encono social a causa de la insensibilidad gubernamental y en mayor medida el silencio y la complicidad de las autoridades estatales y municipales, de la clase política y empresarial. Es la mano dura de gobiernos priistas, la represión.
No se trata de hechos aislados o infrecuentes, sino de una situación que se ha vuelto habitual, estructural, que tiene distintas manifestaciones y en la que participan diversos agentes. La sociedad acumula una carga de rencor y odio ante las autoridades, con frecuencia se dan linchamientos, justicia por propia mano, engendro del autoritarismo y los discursos vacíos de la retórica del hijo de Atlacomulco, esa misma retorica que oculta al México devastado por el dolor, la muerte y la miseria; un país en donde los ciudadanos se encuentran en estado de indefensión, desgarrado ya en sus tejidos sociales atribuido a la criminalidad imperante, a la corrupción e inoperancia de las autoridades también, estatales y municipales. Un país que carga más de 150 mil muertos, más de 30 mil desparecidos, más de 250 mil desplazados, decenas de miles huérfanos, viudas y familias rotas cuyos números van en aumento y, el silencio ante el incremento sistemático de feminicidios y desapariciones en los municipios de Ecatepec de Moleros y Tecámac; todo el horror sin un gramo de justicia.
* Moisés Sánchez Ramírez, actualmente estudia Maestría en Ciencias en Administración Pública, con Especialidad en Administración Pública y los Nuevos Escenarios a Nivel Internacional, en la Sección de Estudios de Posgrado e Investigación. Escuela Superior de Comercio y Administración, Unidad Santo Tomás del Instituto Politécnico Nacional.
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