“Carlos Ramírez incursionó en el cuento y escribió ensayos sobre temas
políticos y económicos. En sus cuentos conjuga los elementos reales de la vida
cotidiana con lo absurdo que destruye mitos generados dentro de la vida
familiar. En sus ensayos estudia los problemas de la administración pública de
los últimos años, sobre todo en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (Cuando
pudimos no quisimos, El asesor incómodo y Salinas de Gortari: Candidato de la
Crisis); así como los económicos, generados por la crisis, en La devaluación de
1982 y La psicosis del dólar, este último es la crónica de la especulación y la
fuga de capitales del País. En Operación Gavin estudia las relaciones de México
con los Estados Unidos, bajo el gobierno de Ronald Reagan.
“En forma especial, resalto y encomio su apoyo y solidaridad con el gremio
periodístico organizado conformado por la Federación de Asociaciones de
Periodistas Mexicanos, FAPERMEX; Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo,
CONALIPE, y Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP-México, baste
citar que en una ocasión dedicó la edición completa de su revista ’La Crisis’
al registro puntual de las víctimas mortales: periodista, locutores,
trabajadores de la prensa, amigos y familiares de comunicadores, escoltas y
civiles, que a esta fechas ha llegado la lista lúgubre a 400 homicidios de 1983
a la fecha, además de las 28 desapariciones forzadas pendientes de aclaración”.
En forma muy “apretada” nos vamos a referir a la entrevista a Carlos Ramírez,
realizada por el colega, Abraham Gorostieta de ‘Índice Político’ en la que
resalta su doctrina profesional, que sintetiza en estos apotegmas del “periodista
que lleva en las venas la política y las letras y la disciplina ‘que es el
método del columnista; si no, entonces el caos o el desorden llevan al
columnista a escribir sin método y con alto grado de desatino’”.
Así la inicia: Hubo un momento en la vida política del país donde un periodista
estaba en el centro de la lectura obligada. Ese periodista era ni más ni menos
que Carlos Ramírez y su columna Indicador Político de lectura obligada.
Carlos Ramírez ha trabajado y ha estado en contacto con los iconos del
periodismo mexicano, José Pagés Llergo, Manuel Buendía y Julio Scherer. Sin
titubear explica: ‘La disciplina es el método del columnista; si no, entonces
el caos o el desorden lleva al columnista a escribir sin método y con alto
grado de desatino’, hace una breve pausa y retoma la palabra: ‘Nada se compara
con el acto de escribir una columna de análisis, de investigación, de
interpretación o de información. Cuando escribo tengo en cuenta tres cosas: los
datos, las fases temáticas y el lenguaje’.
Se confiesa bibliófilo: “Todos los domingos voy a una librería a unos pasos de
mi casa; los que atienden son mis amigos, platico con ellos de novedades y
ellos me hacen recomendaciones. También, por lo menos una vez al mes voy a
alguna librería de viejo; de pronto encuentro obras originales y sobre todo
revistas fuera de circulación. Y trato –cuando me lo permite el tiempo- de ir
al Péndulo, Gandhi, Fondo de Cultura y Sótano. En el año que ha terminado,
regresé a tres temas de mi pasión: la literatura de la onda, literatura del
existencialismo y novela de espionaje. Y siempre están los escritores o
periodistas que lo estimulan a uno, para mí por ejemplo están: periodistas como
Manuel Buendía; analistas como Gastón García Cantú y Daniel Cosío Villegas.
Claro, ellos ya no están, pero no pasa semana sin que relea sus textos. De
escritores hay muchos. Mis pasiones: Jean Paul Sartre, Malraux, Albert Camus,
Vicente Leñero, Octavio Paz”.
Nace en Oaxaca en 1951. Su familia, padre y abuelo eran políticos, el propio
columnista recuerda: “Mi abuelo fue revolucionario, Emiliano Ramírez, padre. De
Los Dorados de Pancho Villa. Tengo una foto donde está con su traje de Dorado,
él, a caballo” dice con orgullo y se le hincha el pecho y continúa: “Mi padre
fue político del PRI, Emiliano Ramírez, hijo. Fue secretario general del PRI en
Oaxaca”. Al hablar de sus antecesores, la mirada del columnista se ilumina, sus
ojos miran a su propio pasado. Yo fui muy pegado a mi padre, siempre junto a
él.
Se reconoce como un mal estudiante: pero fue seducido por el periodismo sí, el
seductor, don Manuel Buendía, Ramírez -otra gran e ilustre amigo-, narra: ’Me
concentraba más en la oficina de un amigo que era periodista y ahí me
contrataron para hacer reportes de las noticias de los diarios o de boletines.
Mi amigo periodista me enseñó a redactar notas. Lo hacía unas horas. Pero
reafirmé ahí, lo que quise ser y soy: periodista’.
Carlos Ramírez, un periodista valiente, incorruptible y solidario con su
gremio. El abrazo fraterno al camarada recipiendario de la “Presea Defensores
de la Libertad de Expresión”.
Periodista
y escritor; presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo,
CONALIPE; secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de
Periodistas, FELAP; presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación
de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, Doctor Honoris Causa por la
Universidad Internacional, Académico de Número y Director de Comunicación de la
Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y
críticas en teodororenteriaa@gmail.com
Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le
invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.org, y el portal: www.irradianoticias.com
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